miércoles, 8 de agosto de 2001

Cervino (4.478 m) Arista Lion



¿Quién no conoce el Cervino y ha soñado con subir a su cima puntiaguda? Nosotros llevábamos años pensando en poder hacer cima en esta montaña, para muchos la más bonita de los Alpes y quizás una de las más conocidas de la tierra. El último cuatromil conquistado, con una historia épica de su primera ascensión.En el verano de 2001 subimos con las furgonetas: Pablo y Silvia con su furgo del amor, Alberto y Celia con la chrysler y Raquel y yo con la vanette. También nos acompañaron Jorge y Ramón.


Primero fuimos a hacer un cuatromil asequible para todos, el Gran Paradiso (4.061m), así nos servía a nosotros para aclimatar e intentar después nuestro objetivo: el Cervino.

Así salimos desde el camping de Pont (1.960m) y nos dirigimos al Refugio Vittorio Emmanuele (2.732 m). Dormimos allí y al día siguiente hicimos este cuatromil todos juntos.

Tramo final del Gran Paradiso
Tras un día de descanso, fuimos hasta Cervinia y marcamos nuestro objetivo por la arista Lion.

Las chicas y Ramón se quedaron en Cervinia y pudieron seguir nuestra escalada con prismáticos. La primera jornada salimos tranquilamente desde el pueblo dirección al refugio Carrel al que hay que llegar escalando. La vía está bastante equipada en los tramos clave con maromas o con cadenas. Pero había flanqueos o pasos que eran sencillos pero donde no vale caerse... vimos como un polaco o ruso estuvo a punto de irse ladera abajo en uno de esos flanqueos y su colega casi que le echaba la bronca... nosotros flipábamos ¡eso es compañerismo!


 
Tramos delicados, mejor no caerse

La chimenea que después sufrió un derrumbe y ha desaparecido estaba asegurada con una cadena.
Tramo con cadena. Este tramo ya no existe por un derrumbe.
El refugio Carrel (3.829 m) es una caseta suspendida en medio de la arista con unos cuanto catres y algunos utensilios de cocina para poder fundir nieve. Las vistas son increíbles. El WC es una caseta con un agujero que da a la cara norte. Impresionante.

 
Preparándonos para salir del Carrel

Cenamos algo y dormimos poco, a las 5 en pie y en cuanto salimos ya había cola para encaromarse a la arista. La salida del refu se hace por una cadena para remontar un pequeño desplome. Jorge que se había olvidado el frontal y se había subido el magnesio... que máquina!
Jorge en plena acción



En general la ascensión va transcurriendo rápidamente por la vertiente italiana y a veces salimos más hacia la cara norte donde aparecen restos de nieve. Hace fresco y con unos guantes vamos bien. Los guías suben a todo rabo para ver si consiguen machacar al cliente y bajarse sin hacer cumbre. No esperan a nadie y pasan por encima de tus cuerdas sin preguntar... nosotros estamos bien aclimatados y mantenemos el ritmo.


Mas arista....

Hicimos dos cordadas, cada una con una cuerda de 8x60 metros y las llevábamos laceadas para escalar en ensamble, Alberto y Pablo en una y Jorge y yo en otra. También subimos material de escalada, pero sinceramente no hace falta, con llevar algunas cintas expres y mosquetones de seguro grandes valdría, porque los pasos están asegurados.
Tramos donde no hay que caerse....


Llevamos los crampones pero no hicieron falta, la nieve tenía traza y con cuidado se pasaba bien. Algún cliente pasaba arrastras literalmente o a caballo, mientras el guía ni le miraba....
Cumbre.
Después de 6 horas a las 12h. hacíamos cumbre en el Cervino. Un día espléndido, ahora tocaba lo peor: la bajada rapelando. Los guías lo tienen matizado y descuelgan a los clientes para después ellos destrepar.
Rapelando


Nosotros cometimos el error de unir las cuerdas para hacer rápeles largos a 60 metros... y claro, las cuerdas se enredaron y tuvimos que subir a recuperarlas... total otras 6 horas para volver al refugio.
En algún momento se atascaron las cuerdas y tuvimos que subir.
Serían las 18h. cuando llegamos al refugio, comimos algo y bebimos lo que nos quedaba de agua. Continuamos la bajada ahora con el macuto cargado con el saco, cocina, etc. llegamos de noche al pueblo hacia las 23h., aún recordamos los pies de Jorge: 2 agujeros en los talones por las rozaduras de las Nepal-TOP, cualquier otro hubiese llamado al helicóptero. Más felices que cuatro niños con juguete nuevo, nos abrazamos y conseguimos un sueño juntos que a ninguno se nos olvidará en nuestra vida: El Cervino.

La Frase:
«Cuando llegues a la cima de la montaña, sigue subiendo».
(Proverbio Zen)

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